Además del glamour y la emoción de los grandes acontecimientos deportivos de la semana pasada en todo el mundo, hubo uno que no salió en los titulares de los periódicos, pero que tal vez tendrá un impacto más duradero y profundo que el resto de ellos juntos. La semana pasada se celebró la tercera conferencia internacional Next Step, en Windhoek, Namibia. Fue un evento en el que muchos de los participantes en proyectos de desarrollo internacional y estudiantes de grado superior de deportes se reunieron para considerar la mejor manera de utilizar el deporte como medio para lograr un cambio real y duradero en algunas de las comunidades más pobres del mundo. Fue organizado por el Gobierno de Namibia en colaboración con UK Sport, el principal organismo del Gobierno del Reino Unido encargado de las relaciones deportivas internacionales.

Estuve allí, junto con varios otros nombres deportivos famosos como Frankie Fredericks y Ed Moses, para centrarme en cómo el deporte puede contribuir al desarrollo humano y, en particular, capacitar y educar a los jóvenes para abordar los problemas que enfrentan y desarrollar habilidades sociales.

El impacto del deporte en nuestras vidas

Creo firmemente que el deporte tiene el poder de cambiar vidas. Es algo fácil de demostrar si ocurre con la observación mundial, como sé por mi propia experiencia en Atenas hace tres años. Esos nueve días cambiaron mi vida para siempre. Pero lejos de los focos de atención, ahora puedo ver el cambio de cerca: cómo una vida vivida en el deporte puede influir en el comportamiento de los jóvenes, a través de mi trabajo como campeona nacional de deportes escolares, en colaboración con Youth Sport Trust. Mi experiencia en motivar a los niños de todo el Reino Unido a participar en la actividad física en la escuela me ha permitido inculcarles confianza y disciplina, especialmente en las niñas.

A través del deporte, los niños tienen una oportunidad real de ganar confianza y una voz. Puede ayudarles a darse cuenta de lo que antes pensaban que podría ser el límite de su potencial. Si el deporte es uno de los primeros casos en la vida en los que un individuo se encuentra con el fracaso, entonces su capacidad de tomar una decisión sobre cómo hacer frente a eso y convertirlo en un resultado positivo se convierte en crucial.

Por lo tanto, teniendo en cuenta que se centra en los jóvenes, y especialmente en los jóvenes dirigentes del mañana, me alegró mucho que se me pidiera que participara en la Conferencia. Junto con los responsables de la formulación de políticas, más de 150 estudiantes de Namibia participaron en un seminario juvenil durante los dos días previos a la Conferencia, y sus ideas y expectativas fueron recibidas con entusiasmo por la delegación principal.